Cuando se habla de feministas, inmediatamente en Colombia se visualiza a Florence Thomas, su rostro aguileño, su cabello corto ya teñido de nubes y los inmensos ojos marrones, que bien pueden mirar con compasión, como con severidad.
Nació en Rouen, Francia, pero más de cuatro décadas de residencia en Colombia la hacen sentir colombiana.
"Soy francesa y nadie lo duda, pues el acento -esa particular imposibilidad de pronunciar las eres, que me obliga a decirles aves a los pájaros y automóviles a los carros- no me ha abandonado. Me gusta que así sea, (…) es mi manera de asumir mis dos mundos -esas dos patrias que poco a poco se volvieron matrias-…", escribe Florence en el prefacio de su libro Género: femenino.
Como psicóloga y Magíster en Psicología Social de la Universidad de París, se vinculó en 1967 como profesora titular y emérita del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional de Colombia.
Fue coordinadora del Grupo Mujer y Sociedad del mismo centro docente, instancia que nació dentro de las políticas de estímulo al trabajo interdisciplinario de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, y cuyo objetivo principal ha sido el de generar debate y reflexión alrededor de los temas de mujer y género.
Esta pionera del feminismo colombiano ya se pensionó del ámbito académico, mas no del feminismo. Asesora a organismos no gubernamentales en el campo de la salud sexual y reproductiva, escribe una columna en el principal y más tradicional diario colombiano, El Tiempo, y auspicia espacios públicos de deliberación.
Es autora de varios libros, entre los que se destacan El macho y la hembra reconstruidos (1985); Los estragos del amor (1995); Conversación con un hombre ausente (1997); Palabras en el tiempo; Género: femenino (2003); Conversaciones con Violeta (2006) y Florence: su pensamiento de la A a la Z (2008).
Su aporte al pensamiento crítico sobre el patriarcado colombiano es incontestable. Por ello, hemos querido conocer sus opiniones sobre el feminismo en Colombia.
¿Sigue siendo el feminismo una fuerza vigente o ya está gastada?
Pienso que el feminismo sigue vigente, y especialmente en Colombia, por el hecho del conflicto armado. Las mujeres han sido las más golpeadas por el conflicto, como desplazadas, familiares, víctimas de violencia sexual o botín de guerra…
Pero, al mismo tiempo, paradójicamente, el conflicto armado ha generado muchos grupos femeninos, ha hecho que las mujeres se unan, creen organizaciones, se empoderen. Creo que Colombia es el país que tiene más grupos de mujeres del mundo. Y todas las organizaciones que trabajan por sus derechos están volcadas al impacto del conflicto armado en las mujeres, en todos los campos, violencia contra ellas, salud sexual y reproductiva, en todo.
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